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Actualidad 23 octubre 2023

UCT implementa “demostrativo” de cosechadora de agua

Uno de los potenciales del sistema es aprovechar las aguas lluvias que por distintas razones no es utilizada ya sea por tema de captación como por sus formas de almacenamiento y distribución. 

Ante las posibilidades de que la escasez de agua en el mundo y en particular en la Región de La Araucanía se haga cada vez más insostenible, debido a distintas variables climáticas y de comportamiento humando, sin duda que se agradecen todas aquellas iniciativas tendientes a captar nuevas fuentes proveedoras del vital elemento.

En ese contexto es que Fabiola Barriga Arroyo, secretaria ejecutiva del Consejo de Sustentabilidad de la Universidad Católica de Temuco, explicó que se puso en marcha un proyecto “demostrativo de cosechadora de agua”, que en su etapa inicial está instalado en dependencias del Campus Doctor Luis Rivas del Canto; esto es en el acceso norte de la ciudad de Temuco.

La profesional explicó que se trata de “un demostrativo de cómo se puede usar y hacer una reutilización de las aguas lluvias. Es un sistema que está diseñado para recolectar y almacenar el agua de lluvia desde una superficie determinada y que en este caso es el techo” de uno de los edificios del campus universitario.

Respecto del origen de la iniciativa, explicó que responde a que “estamos en una crisis hídrica donde Chile también está siendo impactado, al igual que muchos países; por lo tanto, como Universidad tenemos que velar por aplicar técnicas que tengan cierta innovación y que sirvan como ejemplo ya sea para el aprendizaje de los estudiantes como también para la comunidad en general”.

La idea para el futuro, está orientada inicialmente al área académica “y tiene una finalidad de poder involucrar a estudiantes en trabajos de tesis; pero también, poder utilizar esto como una demostración ya sea para estudiantes de otros lados, de enseñanza media como también para comunidades rurales que puedan conocer cómo se puede hacer esta cosecha de agua y se le pueda dar una utilidad”, ya sea para vivienda, invernadero e incluso para el riego.

 

La ruta del agua

En lo que respecta a la parte técnica del proyecto, Mauricio Zurita Aldea, profesional del área eléctrica y automatización de la Universidad, detalló que a la captación de la lluvia sobre una superficie de 450 metros cuadrados en el techo del inmueble, se suman tres bajadas de agua que conducen el líquido a “un proceso de decantación a través de tres procesos de caída de agua por gravedad, donde va decantando materiales y los residuos más sólidos, como hojas, algún tipo de arena o material que pudo ir quedando en la techumbre, como polen”.

En una primera etapa de la ruta del agua “hay un decantador que está justo directo desde la bajada de lluvia donde, por efecto de rebalse, va dejando caer el agua lo más limpia posible a los otros estanques de decantación. Ahí se produce el primer filtro que tiene que ver con hojas o algún tipo de residuo orgánico”.

Luego, por gravedad, pasa a una segunda y tercera decantadora que hace procesos de limpieza cada más fina, para luego llegar a un estanque acumulador con capacidad para cinco mil litros “donde tenemos un agua mucho más pura” y que debido al éxito del sistema, ha permitido estar abastecidos desde fines de mayo, cuando se comenzó a trabajar en el proyecto.

El estanque principal está enterrado a objeto “de aprovechar la gravedad de las decantaciones que se producen en la etapa final y todo esto tiene también un concepto de eficiencia y que podamos ahorrar la mayor cantidad tanto de agua como de energía eléctrica para poder trabajar con este sistema”.

Finalmente, a través de una bomba “se succiona el agua del estanque y a través de una boya de presurización, lo que hace es entregar la presión adecuada para el uso del agua en los servicios sanitarios que se están usando actualmente”.

Producto de la buena captación y acumulación, en esta etapa “nos ha dado suficiente para abastecer el servicio higiénico sin usar el agua potable”, y que en cifras se traduciría en unos diez estanques con capacidad de descarga de unos 4 litros cada uno, por taza de baño. El proyecto inicialmente está acotado a abastecer este sistema doméstico de uso frecuente.

Ahorro significativo

El profesional precisó que “ya llevamos 32 metros cúbicos de ahorro en un período de cerca de cuatro meses que está en operaciones el sistema”, estimándose incluso que en períodos difíciles y considerando que se tiene una capacidad de acumulación de cinco mil litros “en fechas que no llueva podríamos tener una autonomía más o menos adecuada”, lo cual se verificará en los próximos meses.

El proyecto está en “una etapa de estudio, de análisis para poder determinar cuánto es la cantidad de aguas lluvias que podemos recolectar y cuánto es lo que estamos ahorrando en el uso”. La siguiente etapa “es poder escalar este proyecto y llevarlo a otros edificios y tomarlo como un estándar dentro de las construcciones de la universidad y tener a lo mejor un captador de lluvias o un cosechador que podamos tener y usar esto en los servicios higiénicos”, concluyó el profesional.