Las líneas de acción responden a una co-construcción de trabajo orientado a un progreso sostenible y sustentable en la producción de alimentos.
El trabajo científico-investigativo con pertinencia comunitaria de base, es un pilar fundamental en el desarrollo del trabajo agropecuario y producción de alimentos. Ese fue uno de los puntos coincidentes en la reflexión de expertos, agricultores, estudiantes y campesinos que se congregaron a exponer y discutir líneas de acción en el Tercer Congreso Nacional del Agroecología que se desarrolló en la Universidad Católica de Temuco.
La agroecología es la esfera donde confluyen ciencia, ecología, agronomía, veterinaria y biología, entre otros; con fuerte presencia del saber y conocimiento campesino, basado en la pertinencia local.
El ingeniero agrónomo y presidente de la Sociedad Científica Chilena de Agroecología, Rodrigo Terreros Hernández, explicó que “la crisis por el cambio climático será algo que no va a detenerse y tenemos que tomar medidas que generen soluciones en los territorios, de manera que la gente pueda seguir habitándolos”.
Las propuestas promueven una co-construcción de iniciativas, considerando que cada comunidad y escenario geográfico tiene sus particularidades que ameritan, también, soluciones adecuadas a ese contexto.
El profesional detalló que “si bien hay ideas que se pueden tomar y que eventualmente se podrían replicar, no necesariamente es copiar y pegar de un lugar a otro; sino que tiene que estar adaptada a la realidad local o termina no siendo una solución”.
SELLO COMUNITARIO
El realizar el congreso en la Universidad Católica de Temuco (UCT) no fue casualidad, si se considera que uno de los sellos institucionales está alineado con “esa relación con el territorio, con la agricultura familiar campesina, y de vincularse también con su entorno en una relación de respeto por la naturaleza”, explicó Gustavo Curaqueo Fuentes, académico del Departamento de Ciencias Agropecuarias y Acuícola de esta casa de estudios.
El académico dijo que de hecho la agroecología “nace con una base campesina, de requerimiento de los territorios. Por lo tanto, creemos que hay que poner en valor esos aspectos”. La idea, entonces, fue convocar actores interesados en practicar “una agricultura más amigable con el medioambiente, inclusiva y socialmente justa”.
Zoraida Calle Díaz, investigadora del Centro Para la Investigación y Sistema Sostenible de Producción Agropecuaria, de Colombia, detalló que “lo que hay que hacer es darle la oportunidad (a la naturaleza) para que se recupere y proporcionarle también los medios, la ayuda necesaria”.
La idea es que toda persona puede practicar restauración ecológica, según detalló la investigadora. “En primer lugar, pensando qué tipo de ecosistema debería haber en un sitio y que ya no está presente”, como arbustos o plantas medicinales.
SUSTENTABILIDAD
Otra línea de acción es destinar paños territoriales a una auto restauración o recuperación natural, dejándolos exentos de plantaciones, siembras tradicionales o para la crianza de animales.
El vicerrector de Vinculación y Compromiso Público, Boris Isla Molina, destacó que el congreso fue también una “oportunidad de colaborar en forma estratégica con la Sociedad Científica Chilena de Agroecología, un grupo de interés primordial para la proyección del trabajo institucional, toda vez que uno de los focos centrales de la política institucional de vinculación con el medio es el incremento de la incidencia y valor público del quehacer académico de la Universidad hacia su territorio y uno de los siete ámbitos priorizados en su política es la sustentabilidad y los recursos naturales, específicamente en la búsqueda de sistemas de producción respetuosos del entorno y el balance armónico en la convivencia e interacción de todas las formas de vida”.