La institución es una herramienta para resolver diferencias antes de judicializar en un Tribunal de Familia.
Resolver diferencias mediante el diálogo y los acuerdos es la principal tarea de una institución de mediación familiar. En ese marco se desarrolla el quehacer del Centro de Resolución Alternativa de Conflictos (CREA-UCT), cuyas dependencias fueron visitadas por el presidente de la Corte de Apelaciones de Temuco, ministro Alberto Amiot Rodríguez.
En términos amplios, el CREA es un espacio orientado a facilitar la resolución de conflictos entre un demandante y demandado, con el apoyo de un mediador; como instancia previa a la judicialización del caso, en la eventualidad de que no se lleguen a acuerdos.
La autoridad de justicia explicó que la visita fue para conocer el trabajo que se realiza en el CREA UCT, considerando la relevancia de sus funciones, toda vez que “los tribunales de familia no tienen la capacidad de poder dar respuesta a todo”, agregando que además se aporta a la salud mental de los intervinientes, considerando que un litigio desgasta a la persona en el ámbito físico, psicológico y emocional.
El magistrado explicó que, “hoy no todo puede ser judicializable. Creo que además hay un efecto que se llama iatrogénico, que son los efectos perversos que genera sobre las personas la institucionalización de las causas. Es preferible evitar un daño porque trabajar en su reducción es costoso y, además, esto obedece a que la sociedad civil puede generar respuestas que son efectivas. El Estado no tiene los recursos ni la capacidad para generar este tipo de soluciones”.
Visto desde un enfoque sistémico y con pertinencia académica, la idea está orientada a que los futuros profesionales de las áreas sociales, principalmente, puedan tener acceso a esta nueva lógica de trabajo orientado a la resolución de conflictos donde se ven involucrados niños, niñas y adolescentes.
DESCONGESTIONAR
El abogado Juan Pablo Beca Frei, decano de la Facultad de Ciencias Jurídica, Económicas y Administrativas de la UCT, explicó que la visita respondió al interés de la autoridad de conocer el trabajo que realizaban, considerando que aportan, además, a “descongestionar los tribunales” y a la salud mental de los intervinientes.
Explicó que “litigar es estresante para todas las personas que están involucradas, sobre todo pensando que hay niños, niñas, adolescentes. Entonces, en la medida que podamos aportar con eso, es un gran aporte también para la Universidad”.
Detalló que “muchas veces llegan (personas) a pedir el acta de mediación frustrada, los mandan del tribunal, pero no los mandan a mediar en serio”, por lo que en la cita con el presidente de la Corte “surgió la iniciativa de armar una reunión con el Tribunal de Familia, su presidente y los otros jueces, para poder trabajar ese tema”.
Agregó que como institución, en paralelo, se está trabajando en el área de mediación escolar “y estamos hablando con la cámara de comercio para hacer mediaciones en el ámbito comercial”; líneas de acción que están en desarrollo
MEDIACIÓN
La directora ejecutiva del Centro de Resolución Alternativa de Conflictos (CREA-UCT), Silvia Saavedra, explicó que el trabajo que realizan significa economía en tiempo y de recursos tanto financieros como emocionales; y que “el hecho de que las partes se encuentren en un espacio de mediación, favorece el diálogo”.
En cuanto a detalles, dijo que el trabajo solicitado aumenta en marzo, previo al ingreso a clases o al término de año; vale decir, al inicio de ciclos particulares; siendo unas trescientas causas las que se tramitan al mes, en promedio.
Las materias que se abordan son alimentos en cualquiera de sus variantes; relación directa y regular (visitas); y cuidado personal (tuición). La primera de ellas es la que tiene mayores ingresos de solicitud. Las mujeres son las que más piden mediación y los hombres en lo que más solicitan apoyo es en el tema de alimentos.
La profesional concluyó que “es obligatorio intentar un proceso de mediación; pero es voluntario, tanto llegar a acuerdo como asistir al proceso”.