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Actualidad 26 diciembre 2024

Pirotecnia e impacto sensorial: Profesional UCT invita a incluir a personas del espectro autista en celebraciones de fin de año

Los fuegos artificiales vuelven a ser tema de discusión para las familias y las casas chilenas con integrantes diagnosticados en el Espectro Autista (TEA).

En diciembre, el uso de fuegos artificiales alcanza su punto máximo y el ruido de las detonaciones se vuelve ineludible. Mientras afuera el cielo se ilumina con colores y estruendos, dentro de algunos hogares se vive un ambiente de estrés y preocupación. 

Sandra Garai, profesional del Centro de Recursos Tecnológicos Inclusivos (CERETI), profesora de Educación Diferencial y activista del espectro autista, explica que los fuegos pirotécnicos pueden provocar desregulaciones significativas en personas neurodivergentes, especialmente aquellas dentro del espectro autista. 

Hablamos del meltdown y el shutdown, dos tipos de reacciones que implican un episodio de la pérdida de control, que se desencadenan por la sobrecarga de estímulos en una combinación de factores. Entre ellos, la profesional explicó que una de las razones que provocan este tipo de reacciones se debe a la sobreestimulación sensorial, en este caso, incontrolable para las personas en el espectro autista. “Porque podemos encontrar alguna estrategia para evitar la exposición a la luz del fuego artificial, se puede decidir estar o no estar en el espacio; no obstante, el ruido no es un estímulo que fácilmente se puede inhibir”, explica.

La Organización Mundial de la Salud establece que el nivel de sonido seguro para la salud auditiva humana no debe superar los 65 decibelios. Sin embargo, cuando explotan cohetes o petardos, el ruido puede llegar hasta los 190 decibelios, tres veces más alto de lo que el oído humano adulto puede tolerar. “Entonces, aunque te coloques audífonos aislantes de ruido o tapones sensoriales, también se siente no solo a nivel sonoro, porque el sonido viaja a través de ondas y somos -en este caso- más sensibles”, agrega.

Convivencia

Pese a la creciente sensibilización en redes sociales, algunas comunas del país, especialmente en La Araucanía, siguen utilizando fuegos artificiales en sus eventos. Esto podría contravenir la Ley 21.545, que promueve la inclusión y protección de los derechos de las personas en el espectro autista. “Cuando un municipio organiza estas actividades sin considerar los efectos en las personas diagnosticadas en el espectro, se está vulnerando sus derechos”, advierte.

Cabe señalar que el artículo 6 de esta ley, obliga al Estado a eliminar barreras que dificulten la participación y socialización de las personas en el espectro autista. Por ello, la profesional destaca la necesidad de considerar a toda la comunidad en la planificación de actividades. “Es fundamental que las autoridades consulten a sus ciudadanos para conocer sus necesidades e intereses, utilizando canales accesibles y participativos”, afirma.

Finalmente, la educadora diferencial enfatiza sobre la necesidad de crear algún canal de comunicación entre la ciudadanía y las autoridades locales. Ya sea a través de una Consulta Ciudadana, Garai plantea fortalecer la convivencia para las personas del espectro en este tipo de actividades de fin de año, según los intereses de la población y de cómo tratar de impulsar la accesibilidad para que la celebración en las casas y entre vecinos, sean accesibles para todos y todas.