Publicado por Ediciones UC Temuco, “Relatos de un ngenpin” es un acercamiento al desconocido rol socio-espiritual de esta autoridad ceremonial del pueblo mapuche en zonas costeras lafkenches. Una obra bilingüe que, tanto en español como en mapudungun, permite adentrarse al conocimiento profundo de la cultura indígena.
A sus 73 años, lejos del territorio donde nació, Florencio Manquilef Huinchal recuerda cómo desde niño recibió el llamado para ser un gnenpin, un cargo tradicional mapuche un tanto desconocido para el común de la gente, que desarrollan el trabajo socio-espiritual de dirigir ceremonias en ciertos territorios de la costa lafkenche.
Florencio, quien aún es autoridad religiosa en su comunidad de Isla Llicán en la comuna de Teodoro Schmidt, explica que es la comunidad quien elige al ngenpin para servir a su gente, como un “intermediario de este mundo natural humano-físico con el otro mundo espiritual”. A pesar de que hoy se mueve en silla de ruedas, su fuerza y conocimiento no pierden vitalidad, y pareciese que cuando le piden contar historias recupera la energía de un cazador.
Manquilef, quien ha oficiado como educador tradicional y asesor intercultural bilingüe, es un depositario vivo de conocimientos y saberes ancestrales del pueblo mapuche en todos los aspectos espirituales, religiosos y ceremoniales, como el nguillatún, we tripantu y la enseñanza del mapudungun. Una sabiduría de años que ha sido traspasada a la palabra escrita para la posteridad, en un libro titulado “Relatos de un ngenpin”, publicado recientemente por Ediciones UC Temuco y presentado en la misma casa de estudios.
A lo largo de sus 260 páginas, el lector encontrará historias, piam ül (relato cosmogónico), poemas y conversaciones; relatos que nacen de conversaciones mientras que otros textos son producto de reflexiones e interpretaciones propias, abarcando tópicos como el sufrimiento, la desigualdad, la esperanza, la nostalgia, los sueños y las luchas.
El escritor, que en 2019 fue condecorado con la distinción medalla Fray Bartolomé de Las Casas de la U. Católica de Temuco, por su labor de ser maestro y poner a disposición su kimün (conocimiento) a nuevas generaciones, Florencio Manquilef presenta poemas tan breves como un haiku, en los que deposita la profundidad de su palabra, al reflejar la vida mapuche cotidiana así como valores, ética y moral.
Una obra bilingüe que repasa tanto en español como en mapudungun el conocimiento profundo de la cultura indígena, el espíritu mapuche reflejado a través de relatos que fortalecen el alma y el espíritu del pueblo, las comunidades, incluso repasando mitología del origen del mapuche como son Treng-Treng vilu y Kay-Kay filu en la configuración del bien y el mal.
Diversidad del pueblo
En la edición, transcripción y traducción del libro tuvo un rol preponderante José Quidel Lincoleo, director de la cátedra Fray Bartolomé de las Casas de la UCT, quien realza la importancia de un libro escrito por una autoridad tradicional mapuche como un ngenpin. A pesar de las complejidades que significa para la comunidad lingüística elegir un grafemario para escribir el mapudungun, ante la falta de consensos, Quidel relata que fue “el peñi Florencio” quien decidió por el grafemario unificado.
A ello, el académico defiende el rol de Florencio Manquilef y la necesidad de dejar registro de su importante tarea. “Este libro también nace con la idea de poder llevar hasta la gente un conocimiento genuino del mundo mapuche más profundo, una muestra también hacia la sociedad de que no solamente los académicos pueden escribir, sino también una persona que llegó a quinto básico tiene mucha sabiduría”.
Si bien para quienes conocen del pueblo mapuche el cargo de ngenpin puede sonar desconocido, José Quidel plantea que el rol da cuenta de la diversidad del mapuche: “No hay un solo tipo de liderazgo en el tema de la espiritualidad. Tenemos esa diversidad interna y eso también hay que darlo a conocer”.
En relación a la edición del texto, fueron tres años de trabajo en base al manuscrito diseñado por el mismo Manquilef, el cual fue revisado por la traductora Florencia Mellico, quien junto a José Quidel afinaron detalles de la escritura. A ello se suma el respaldo de Ediciones UC Temuco. Claudia Campos, coordinadora de la editorial, comparte: “Nuestra editorial se honra en presentar esta obra que abre paso al bilingüismo para mostrar este mundo que nos adentra en el mapuche Kimun, que toman significado a través de las experiencias de don Florencio con las que orienta y fortalece la vida de su pueblo y de nuestras sociedades”.
Subtítulo
Florencio Manquilef rememora que en su comunidad, parte del conocimiento que adquirió fue heredado de personas que ya no están en la tierra, y son pocos los que quedan.
A lo largo de sus años, ha sido testigo directo de cómo se ha perdido la cultura mapuche entre sus pares, siendo consciente de la llegada de la iglesia católica en aquellos años. “En gran parte afectó. La palabra matar suena feo, pero mató la cultura”, expresa de forma solemne.
A ello, luego agrega: “Por una parte, enseñó el castellano y en otro mundo que también fue bueno, pero gran parte perdió el nguillatún, el idioma, la vestimenta, la alimentación”. Aquí recalca que la llegada de dicha religión impactó en la forma en cómo se vivía la espiritualidad. “Los mapuche dejaron de hacer sus ritos, porque había mucha imposición forzada”.
En esta línea, se suma la entrada de la iglesia evangélica en la década de los 60, que también repercutió en los territorios. “Dividió a la comunidad, a la familia, fragmentó todo, con un lenguaje que hablaban de mundano y satanismo, que la creencia mapuche era todo brujería… Hoy día uno reflexiona y es hiriente la palabra satanismo, muy fuerte”, plantea.
No fue hasta la década de los 90 cuando logró incentivar, levantar y recuperar las ceremonias. Actualmente, con altos y bajos, siguen realizando nguillatún , we tripantu y la recuperación del idioma.
Hoy, mirando en retrospectiva su vida, comparte que el hecho de escribir un libro nace ante la actitud de las nuevas generaciones de mapuche, que están tomando la responsabilidad de preservar el kimun: “Los jóvenes hoy día están leyendo mucho, están yendo a las universidades, a la biblioteca a buscar libros para conocer su cultura. Ahí nace eso de querer escribir un libro, pensé que sería un gran aporte para la nueva generación”.
Es a esa misma generación de peñis y lagmenes a los que también invita a recuperar la lengua. Acá el ngenpin comparte que el mapudungun es un idioma “que brota desde la esencia de nuestro ser y tiene una conexión espiritual”. Él va más allá, y declara que la lengua es un regalo que Dios le dio, siendo a su vez el idioma de la naturaleza. “Cuando hacemos nuestros ritos, nos conectamos con la madre naturaleza, con el mundo espiritual, entonces de esa forma vi que era interesante escribir”.
“Relatos de un ngenpin” puede ser adquirido en Librería Ediciones UC Temuco, ubicada en Av. Alemania 0211, al interior del Campus San Francisco de la casa de estudios.