La Diócesis de San José de Temuco celebró su Fiesta Patronal y el envío de la misión del centenario
En la solemnidad de San José, esposo de la Virgen María y patrono de nuestra diócesis, el miércoles 19 de marzo, monseñor Jorge Concha Cayuqueo, OFM, de la Diócesis San José de Temuco, acompañado del clero diocesano, celebró la Eucaristía de la fiesta patronal y el envío de la misión diocesana del Centenario, junto a la comunidad, proveniente de los cinco decanatos, reunida en la fe, alegría y esperanza.
Tras la liturgia de la Palabra, se vivió un momento especial y emotivo con la presentación y envío de los misioneros del Centenario de la Diócesis San José de Temuco. Se dio la bienvenida a los responsables de la misión diocesana, junto a los coordinadores parroquiales, quienes recibieron el encargo de velar para que los objetivos y desafíos de esta misión se concreten en toda la Iglesia diocesana.
La celebración continuó con la proclamación del Evangelio según San Lucas, seguida de la homilía de nuestro Pastor diocesano, quien animó a los presentes a ser discípulos misioneros, comprometidos con el anuncio del Evangelio y la renovación de la fe en nuestras comunidades.
Monseñor Jorge, nos invitó a contemplar la figura de San José, destacando sus virtudes de un hombre justo, humilde, silencioso, obediente y trabajador, modelo de entrega fiel a la voluntad de Dios, esposo de María y padre custodio de Jesús. Llamó a seguir su ejemplo, especialmente en este Año Jubilar, para ser discípulos misioneros con generosidad y responsabilidad, entregando lo mejor de nosotros desde el corazón, llevando la Buena Noticia a cada rincón de la diócesis.
El obispo profundizó en el significado de este tiempo de gracia, marcado por el Centenario de la diócesis y el Jubileo de la Encarnación convocado por el Santo Padre Francisco, como “una oportunidad para retomar el mandato del Señor y volver a comenzar con el Espíritu Santo en las actuales circunstancias”. Invitó a recomenzar desde el corazón de Cristo, recordando que la misión nace del encuentro íntimo y personal con Jesús y fortalecer la misión evangelizadora.
Fortalecer la relación viva con Jesucristo desde el corazón
El obispo, también tuvo palabras al referirse a la historia centenaria de la diócesis: “Somos herederos de una gran historia, con muchas luces, pero también con sombras”. Entre esas sombras, señaló el camino no suficientemente recorrido junto al pueblo mapuche, indicando que faltó respeto y reconocimiento de su identidad, aunque también hubo excepciones que fueron signos sanos de ese vínculo.
Del mismo modo, mencionó con valentía los abusos de todo tipo que han ocurrido y que, en algunos casos, han sido irreparables. Hizo un llamado a caminar en conversión, a cuidar con amor los bienes de la Iglesia, recordando que “todo es para la evangelización” y que debemos celebrar este centenario “con los pies en la tierra y con mucha humildad”.
En su homilía, el obispo reconoció que, aunque las cifras cuantitativas han disminuido en algunos ámbitos, han aumentado los desafíos cualitativos. Estos, subrayó, son los que hoy llaman nuestra atención y compromiso: fortalecer la relación viva con Jesucristo desde el corazón, crecer en la conciencia de nuestros pecados y en la necesidad constante de conversión y fortalecer nuestra identidad de creyentes dentro de una comunidad, siendo más participativos en el caminar eclesial. “Todo esto debe caracterizar la misión evangelizadora y lo que hacemos en nombre de la Iglesia”, enfatizó.
Afirmó que la diócesis, como pueblo de Dios que peregrina en esta tierra de La Araucanía, está llamada a cumplir su misión de anunciar la Buena Noticia de Jesucristo bajo la acción del Espíritu Santo. Ese debe ser el eje central en este camino del Centenario. Por ello, hizo un especial llamado a fortalecer el espíritu misionero en la diócesis, destacando que se vivirán diversos tiempos misioneros a lo largo del año. “Este tiempo requiere del apoyo de todos, junto a los consejos parroquiales, que son fundamentales para apoyar al párroco en su tarea evangelizadora”, señaló.
Al finalizar la celebración de la fiesta patronal de San José y en el marco del camino hacia el Centenario de la Diócesis San José de Temuco, el padre René Riquelme Fuentes, encargado de la misión diocesana, compartió una breve reseña de los principales hitos que marcarán este tiempo de gracia y misión.
En sus palabras, invitó a la comisión diocesana y a los misioneros presentes a ponerse de pie para recibir el envío y la bendición de manos de nuestro obispo, monseñor Jorge Concha Cayuqueo.
En un gesto cargado de profundo simbolismo, a cada misionero se le entregó la cruz, signo visible que los compromete con el mandato de anunciar el Evangelio en cada rincón de la diócesis. La celebración culminó con la bendición final, enviando a todos los presentes fortalecidos en la fe y animados a ser testigos del amor de Dios en sus comunidades.